El síndrome de la ceguez política
El síndrome de la ceguez política
Un dicho popular dice en la luna de Paita, según Carlos
Arrizabalaga, que escribe sobre lengua y literatura, especialmente de Piura y
del español americano, dice que la expresión “estar en la luna de Paita”
significa estar embobado, extasiado, distraído”. Bueno pues, al parecer el
Ministro de la Presidencia está en la
luna de Paita; dice, en su declaración, que “hoy no ha habido ningún paro cívico nacional”.
Esta actitud es el colmo del fetichismo del poder; creer que la realidad
social se mueve por decretos o según las “leyes” del imaginario delirante de
los gobernantes. Partir de la premisa de que “un paro es la paralización forzada de las actividades productivas,
comerciales y de servicio, y deducir que, por lo tanto, tal paro no se ha dado lugar, es
como tener un manual del funcionario público que norma los hechos, los sucesos,
los eventos y los procesos reales. Si no ocurre como dice el manual del
funcionario, entonces eso, que esta ante los ojos no existe. Seguramente es un
invento encantado de la “conspiración” de la “derecha” o del “imperialismo”. Esta
gente, en el extremo de la enajenación a la que llevan las burbujas del poder,
ha perdido la percepción, por lo tanto, las sensaciones; no mira ni siente como
la gente común, como el resto de los mortales, pues está conectada con otro
mundo, con la realidad inventada por el imaginario político.
Tampoco se darán cuenta
lo que pasa cuando la masa impoluta saque del palacio quemado a la casta
gobernante. Esto ha ocurrido en la dramática historia de Bolivia. Dirán que es
una turba azuzada por agentes oficiosos de la “derecha” y de los servicios
secretos del “imperialismo”. Parece que el adherirse al poder como garrapatas
ocasiona un síndrome, el de la ceguez política y perder el principio básico de
realidad.
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