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Mostrando entradas de febrero, 2022

Disolución de la monstruosidad anacrónica

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  Disolución  de la monstruosidad anacrónica      Sebastiano Mónada       Monstruosos anacronismos reditúan, buscando el recorrido perdido de Adán, la forma de imperio antiguo,  pardójicamente actualizado. Raída ropa vieja remendada en roturas de tela guardada.   La forma de imperialismo revivida en la posmodernidad barroca, shock eléctrico al paro cardiaco. El muerto vuelve a la vida  en nacimiento novelesco.   La forma parcial de imperio moderno,  dejando atrás el recuerdo aldeano, amputada y con pretensiones abigarradas  de estruendosa totalización absoluta. Un monstruo paralítico, manco y tuerto, presencia domiante de alto impacto que busca instaurar su insuficiencia como artificial y oficiosa normalidad.   Tres formas monstruosas configuran la descomposición del orden mundial, alaridos de monjes que deliran, en olvidado sueño primordial, de las recurrentes dominaciones, vaciadas de esmerados ideales. El espectacular imperio posmoderno se desmorona hundido como submarino.   La guer

Los señores de la guerra y del capital

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Los señores de la guerra  y del capital      Sebastiano Mónada                         Siguen con sus juegos geopolíticos, se trata de continuar con las dominaciones. Los señores de la guerra contra los pueblos, disputan el control de los espacios vitales. Nunca han dejado de armarse y destruir países, sociedades y territorios de vida.   Monopolizan mercados y recursos naturales, caprichosamente imponen precios de inflación y hacen teatro cruel ante la opinión pública, hablan de democracia o de justicia  mientras conculcan libertades y perpetran proliferantes crímenes de lesa humanidad.   Los señores de la guerra viven de la violencia, Entrañables amigos de los señores del capital, burgueses y mafias que viven de especular y de la compulsa ignominiosa de traficar con mercancías, drogas, armas y cuerpos. Convirtiendo en mercancía los bienes comunes,  la tierra, el agua, el aire y los suelos, transformando la vida en muerte, cambiando el agua por veneno, contaminando ríos y depredando cu

Crítica desde la potencia de la vida

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Canto a la potencia constituyente

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Canto a la potencia constituyente

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Canto a la potencia constituyente      Sebastiano Mónada                      Son jóvenes, muchas mujeres luchadoras. Son a la vez el fuego y la esperanza. Se dedican a recuperar la tierra y las aguas, las cuencas y los bosques,  las montañas de la cordillera  y los ríos que fluyen desde las rocas. A limpiar la atmósfera del veneno esparcido  por las chimeneas y el hedor fósil  que se quema para mover  las máquinas de muerte.   Emergen de las movilizaciones desbordantes, de la fuerza de las resistencias, de los despliegues multitudinarios, que recuperaron las calles y plazas para los actos emotivos de la gramática  corporal, la poiesis social, la demanda joven y esperanzada.   El pueblo los ha elegido para inventar horizontes, cruzar los límites impuestos, saltar perturbadores obstáculos  y crear alterativos mundos. Para activar la potencia creativa, abriendo espacios de deliberación, donde las multitudes se pronuncien  y tomen la conducción entre su manos. Hermosas manos artesanas de