Los señores de la guerra y del capital
Los señores de la guerra
y del capital
Sebastiano Mónada
Siguen con sus juegos geopolíticos,
se trata de continuar con las dominaciones.
Los señores de la guerra contra los pueblos,
disputan el control de los espacios vitales.
Nunca han dejado de armarse y destruir
países, sociedades y territorios de vida.
Monopolizan mercados y recursos naturales,
caprichosamente imponen precios de inflación
y hacen teatro cruel ante la opinión pública,
hablan de democracia o de justicia
mientras conculcan libertades y perpetran
proliferantes crímenes de lesa humanidad.
Los señores de la guerra viven de la violencia,
Entrañables amigos de los señores del capital,
burgueses y mafias que viven de especular
y de la compulsa ignominiosa de traficar
con mercancías, drogas, armas y cuerpos.
Convirtiendo en mercancía los bienes comunes,
la tierra, el agua, el aire y los suelos,
transformando la vida en muerte,
cambiando el agua por veneno,
contaminando ríos y depredando cuencas,
incinerando conglomerados de árboles
y sociedades barrocas de animales,
destruyendo pueblos del campo,
acabando perversamente con el porvenir.
Los señores de la guerra y del capital
concurren por la jerarquía suprema
en el régimen mundial de la muerte.
Muven sus ejércitos como fichas de ajedrez,
trasladan sus misiles como amenaza
de implacables tormentas apocalípticas.
De un lado y del otro del tablero
se colocan los generales del exterminio,
los patrones de las mercancías.
De un lado y otro del campo de batalla
los jóvenes se encaminan a matarse,
gladiadores de emperadores opuestos.
Morirán en la arena por el dominio
de uno o de otro rey ciego o mago tuerto,
quedará el cuadro trágico de la muerte
cuando los generales del exterminio
firmen la paz o la rendición.
Los pueblos no aprenden,
creen en las palabras que vierten
bocas podridas y dientes carnívoros,
pantallas del bullicio estridente
y del sonido enloquecedor,
que hablan de defensa de la nación
o del sistema de la farsa democrática.
Se obnubilan con prestidigitadores
de propaganda y publicistas de abalorios.
Los amos del mundo están en pugna
y desplazan sus juguetes de guerra
de exterminación masiva.
Los amos del mundo ensangrientan el cielo
pintando sin saberlo su despedida crepuscular.
El interés es un mal natural.
ResponderEliminar"...hacen teatro cruel ante la opinión pública,.." sencillamente magistral
ResponderEliminarEl poder les vuelve locos, ciegos e insensible.
EliminarLamentablemente el."capitalusmo" no tiene país ni nación ...solo tiene un hambre incontrolable de ganancia ..a costa de corromper a gente sin principios, condenando a la mayoría en la absoluta miseria
EliminarAdemás este capitalismo desalmado destruye y liquida todo lo que genera vida y alimento de nuestra única casa " el planeta tierra "