El otoño ha llegado
El otoño ha llegado Sebestiano Mónada El otoño ha llegado con sus brisas, arrastrando recuerdos adheridos en profunda memoria hundida en los espesores de la geología. El otoño es una mujer iluminada por la luz del tiempo acumulado, otorgando tonalidades maduras a proliferantes eventos viajeros. En la mañana despierta adormecida, despeinada como melancolía. Después se baña en el sopor del sueño de nubes blancas. Sale a la calle a tocar las puertas, hechas de mohínos maderos muertos, cortados por carpinteros viejos, usando herramientas guardadas. La atmósfera otoñal se aposenta, envuelta en traje rosado sale a tocar las ventanas tristes, alegrándo al son de tambores. Su aliento canta durante el día canciones de añeja melodía. Música de feria festejando trajín, muchedumbre demorando mundo, en su postrera y larga letanía. La luz enciende las mejillas de las muchachas en marcha escolina, apresurando el paso en aceras vacías, sorprendidas por lluvia de