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Mostrando entradas de 2023

Formación enunciativa de la libertad

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Encrucijada boliviana

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I sentio ergo sum

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i sentio ergo sum   Sebastiano Mónada    Recordando a Gustavo Medinacelli Gutiérrez                                    Pienso luego soy. Siento, existo, poiesis. La creación.   Soy en el tiempo, en el espacio. Tejido de memorias, olvido. Donde un sauce llorón sueña la eternidad.   Textura de recuerdos, urdimbre de nostalgias, entramado de sensaciones. Viaje al origen, al comienzo de todo, a la nada.   El río fluye cristalino. Nadie se baña en las mismas aguas. Siempre se es distinto, el devenir. Eterno retorno a la diferencia.   El poeta vive intensamente cada momento,  cada aliento,  cada flujo  del cuerpo.   Recorre intrépido la montaña, baja raudamente a la playa. Comparte travieso el juego, en fraternidad alegre con gesto  bárbaro demoledor de imperios.    Nombra los días con naipes helados, juega a los dados con Dios ausente, va al cementerio a visitar a Baudelaire, camina por la acera del frente  para cruzar la calle  y abrazar a su amigo presente.   Goza la metamorfosis de Zarat

Las pretensiones del amo que tiene consciencia esclava

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Las pretensiones del amo  que tiene consciencia esclava   Sebastiano Mónada   ¿Cuál es el mensaje de la destrucción sistemática del bombardeo atroz sobre ciudades? ¿La sustitución de Dios? La pretensión de supremacía absoluta es un endemoniado prejuicio de la desolación irradiada. Soledad desplegada en el desierto, prejuicio encubierto con la máscara altanera y el disfraz de exterminador. Se trata de una señal de lo que se quiere hacer para ocultar la disolución que embarga el alma. La señal indica no solamente la amenaza a los demás sino un aviso de lo que viene: El Apocalipsis.   Humanos, demasiado humanos; tanto que reducen sus actos espantosos a la altura de sus miserias humanas. Esas miserias, que tienen que ver con las pasiones negativas, combinando de una manera convulsa el odio y el miedo, el crimen y el terror. Por eso, se presentan como los más despiadados, los ángeles exterminadores. No saben que esa manera de proceder es precisamente la manera de deshabitarse, vaciarse de t

Crisis múltiple en la Argentina

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Introducción a la oikonomía

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Anacronismos y fracaso económico

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Anacronismos de la diatriba económica

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Ya no hay vida

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Ya no hay vida   Sebastiano Mónada                      Ya no hay cielo, bóveda vital curvada en el sueño. Se ha asfixiado de tanto humo, de tanta niebla artificial.   Ya no hay tierra, suelo fértil, substrato fecundo. Ha muerto de tanto incendio, deseo imposible de los titanes encerrados en el Hades.   Ya no hay agua, líquido primordial de ciclos del devenir. Metamorfosis cósmica de la vida. Los ríos se han secado, hojarascas de otoño. Las cuencas están contaminadas, morgues hospitalarias. Los lagos han desaparecido y los mares están atormentados.   Ya no hay vida. Todo se ha vuelto gigantesco cementerio. Solo cadáveres desperdigados en páramos, En copiosos bosques incinerados, en socavones de angustia, y huecos inmensos horadados, que deja la minería insaciable, la máquina extractivista colonial.   Ya no hay vida en las corrientes de agua, sólo flujos de mercurio derramados, cuantioso veneno esparcido en las venas hídricas. Debido a la lujuria y el goce infernal de la compulsiva fieb

Argentina, una hoja perdida en la tormenta

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Metamorfosis crepuscular

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Metamorfosis crepuscular    Sebastiano Mónada                                Pretensión de los hombres máquina: supremacía de los elegidos. Se creen superiores al resto de los mortales. Optando por la solución del exterminio. Embarcados en carabelas modernas  de la nueva conquista interminable y la nueva colonización implacable. Se autonombran elegidos de Dios,  se parecen más a  esbirros   del demonio.   Son los demoledores de ciudades,  donde los pueblos son aplastados  por enjambres de misiles.  Jinetes del Apocalipsis espectacular  conduciendo siniestros  artefactos  voladores, pájaros mecánicos de la hecatombe , rompen la barrera del sonido, despedazando despiadados  los límites, las condiciones de posibilidad, la existencia extraviada en su devenir. Empujados   al olvido del ser, a la diseminación de la ética. Exilian   a la humanidad a las sombras, al gueto enclaustrado,  al museo de las calamidades, al periférico depósito de cosas inutilizadas, inservibles . Son los magos de la