Viaje de nubes
Viaje de nubes
Sebastiano Mónada
Delicadamente caen del cielo sin bordes,
copos invisibles, brisas congeladas, rosas solitarias.
Lágrimas descolgádose de enredadera vaporosa,
lluvia tenue cruzando la atmósfera voluptuosa,
jugando con la densa gravedad omnipresente.
Se extiende el manto de flotas navegantes,
viajando lentamente, despidiéndose del paisaje.
Textura de colores y densidades somnolientas,
Melodiosa composición sensual entrañable.
Bandas de aves migrantes alzando vuelo.
Se trasladan cíclicamente por memoria planetaria,
retornando imperturbables al pasado.
Instintivas, plantando huevos proféticos.
Suspendidas, ballenas blancas flotando,
madres acompañadas por su casta,
iluminadas por la luz oblicua del sol.
Espectacular consagración de la vida.
Apoteósico recorrido del ciclo vital.
Observan, diosas eróticas, la rocosa cordillera
los valles hundidos por el peso de los árboles
y sueños perdidos en laberintos insalvables,
comarcas dispersas ocultas en tareas laboriosas.
Abajo, en la extendida sombra, la gente se pierde
en sus cotidianos hábitos de abrumadora rutina.
Condensados pensamientos vibrando melodiosos
en frecuencia rítmica, propagando metáforas.
Ondas serpenteantes deplegando tejidos artesanales,
urdimbres y texturas cromáticas inventando tramas.
Las nubes remontan la memoria acuática,
metamorfosis vital del ciclo climático,
transformándose en su viaje repetido,
volviendo a elevarse desde las profundidades
de las cavernas y los cuerpos mortales.
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