Poiesis

Poiesis 

 

Sebastiano Mónada 

 

 




 

 

 

 


 

Defender la vida 

contra los jinetes 

del Apocalipsis,

activar la potencia,

liberar la creación.

Ser en plenitud.

 

Sumaj qamaña.

Sumak kausay.

Tekoporã.

 

Luchar contra las dominaciones,

contra el teatro cruel de la farsa,

la impostura de los que juegan

a la representación del pueblo.

 

Oponerse con todas las fuerzas 

al monstruo de las apariencias,

de innumerables prestidigitaciones,

de abrumadora comedia envolvente.

 

Levantarse contra la máquina 

de las ilusiones y demagogia,

contra el museo de los fetiches.

 

Rebelarse para existir, 

crear mundos y vivir

plenamente 

la consagración de la primavera.


Conectarse con las energías 

vibrantes del multiverso.

 

Extasiarse en la polifonía 

de las compositoras ondas,

de las inspiradas cuerdas.


Desbocar

multitudes autónomas,

antagónicas 

a la esclavización política 

que convierte en pueblo, 

en voluntad general al servicio

de los otoñales patriarcas,

de los repetidos déspotas.

 

Los más peligrosos:

los lobos que se disfrazan de ovejas,

los que se llaman amigos del pueblo.

Los nacionalismo de toda laya,

centrismos huecos y vacíos.

 

Ejercer la libertad siendo únicos,

síntesis singular de la manifestación 

vital de las fuerzas inventoras,

de la magia inmanente de las partículas

infinitesimales y lúdicas

 

Desenvolvimiento luminoso del afecto,

de la proliferación de amor, 

de la metamorfosis sensible.

 

Acabar con la pesadilla de la civilización,

soñar despiertos y realizar las fantasías.

 

Comprender que la realidad 

se halla en la invención, 

invención del lenguaje,

captura del fuego,

siembra y cosecha de las plantas,

ceremonia ritual de los bienes.

Arquitectura del hogar.

 

Reinsertarse a los ciclos vitales

del  planeta, nudo del tejido

del espacio-tiempo cambiante. 

 

 

 

 

 

 

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