Plano de intensidad económico boliviano

Plano de intensidad económico boliviano

Raúl Prada Alcoreza

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No vamos a hacer un balance, mas bien, nos vamos a basar en un balance hecho, Bolivia: perfil económico[1], para interpretar y explicar este perfil económico, la estructura económica y sus cartografías y genealogía extractivista y dependiente. El balance del perfil económico de Bolivia ha empleado indicadores macroeconómicos, por lo tanto conceptos macroeconómicos; en Cartografías histórico-políticas[2] se desplegó la interpretación desde la crítica de la economía política generalizada. Ahora, vamos a retomar la perspectiva móvil de la crítica de la economía política generalizada, teniendo como referencia el balance descriptivo mencionado.
La caracterización que se hacía de Bolivia como país capitalista atrasado y dependiente no es suficiente para dar cuenta del acontecimiento Bolivia[3]. Menos las caracterizaciones derivadas de la macroeconomía, como país de economía primario exportadora. Se requiere comprender la complejidad del acontecimiento Bolivia, la comprensión de la multiplicidad de singularidades que hacen momentos singulares, periodos singulares, así como también a regiones singulares, a territorialidades singulares y a formaciones sociales singulares, componentes del acontecimiento Bolivia. Entonces hablamos de plurales planos y espesores de intensidad, que se articulan, se conectan, hilan tejidos espacio-temporales-sociales-territoriales, configuran perfiles, estructuras y formaciones, sometidas a sus propias mutaciones en el acontecimiento en devenir.
Necesitamos comprender de qué manera se articula la complejidad boliviana hoy, en esta actualidad  de la crisis de sobreproducción y financiera del sistema-mundo capitalista. Sugeriremos hipótesis interpretativas de estar articulaciones de la complejidad, en el momento presente.
Hipótesis interpretativas de la complejidad boliviana
1.   El plano de intensidad económico boliviano se articula con múltiples planos de intensidad territoriales, corporales, sociales, políticos, culturales. En esta articulación el plano de intensidad económico es afectado, así como también afecta a los otros planos de intensidad, dando lugar a una interacción múltiple.
2.   En el amarre del conjunto de devenires de los planos de intensidad se da lugar un nudo cambiante y dinámico. Es este nudo el que puede ser llamado núcleo dinámico del acontecimiento en el momento presente.
3.   Este núcleo dinámico no es ni síntesis, tampoco estructura estructurante, sino es como la intersección del conjunto de los planos de intensidad conectados. La intersección es el lugar de la yuxtaposición, de la interpenetración, también de la codificación y decodificación de los flujos desencadenados en los planos de intensidad. Donde un plano de intensidad presta su propia complejidad para ser interpretado por otra complejidad. La intersección mezcla los flujos, los asocia y compone recorridos, circuitos y procesos singulares.
4.   Por lo tanto, cada uno de los planos de intensidad no puede ser interpretado aisladamente, sino que tiene que ser interpretado en la interacción con el conjunto de los planos de intensidad.
5.   La interpretación del plano de intensidad económico tiene que efectuarse a partir de la interacción con los otros planos de intensidad, territoriales, corporales, sociales, políticos, culturales.
6.   Entonces, la incidencia de los otros planos de intensidad en el plano de intensidad económico conforma composiciones propias de la interacción singular. El perfil económico y la estructura económica no pueden explicarse por sí mismos; se requiere comprender las composiciones complejas dadas, en relación con los perfiles y estructuras de los otros planos de intensidad.
7.   Entonces, una empresa, sea pública o privada, una forma productiva, sea capitalista o comunitaria, tiene que explicarse a partir de la interacción con composiciones, asociaciones, instituciones sociales, políticas, culturales, además, claro está, en interacción con las territorialidades y los cuerpos.
Las contradicciones
Se puede decir que es alrededor de siete mil millones de dólares que es el monto de la formación de capital y de la disponibilidad de la formación de capital bruto fijo. En relación al PIB, conforma el 23% de la  valorización de la producción anual nacional. Empero, sólo se han invertido el 22% de este monto estrictamente en lo que se puede considerar proyectos productivos.  En otras palabras, se tiene acceso a la disponibilidad de capital, a la formación de capital bruto fijo, en la magnitud mencionada; empero, se invierte productivamente sólo una parte no sobresaliente de este monto en la inversión propiamente productiva. Lo demás se usa de una manera no-productiva; se puede decir, siguiendo el modelo de interpretación, de una manera rentista. ¿Cómo explicar este comportamiento y este uso?
La explicación se encuentra en el plano de intensidad económico, entrelazado con el conjunto de los planos de intensidad con los que intersecta. Se trata de un plano de intensidad económico cuya composición define un perfil dependiente, basado en una economía extractivista y en una administración rentista. No se puede disponer de la disponibilidad de capital de inversión a la producción; es decir, a la generación de capital bruto fijo, pues la lógica efectiva no es la sustitución de importaciones, sino la expansión extractivistas, aprovechando la coyuntura de precios altos de las materias primas. Si el gobierno popular hubiera tomado en serio eso de la industrialización su obligación sería la inversión productiva. Sin embargo, revisando las estadísticas de inversión, sobre todo la dedicada a la producción, se observa una inversión desordenada, diseminada, no concatenada, una inversión sin proyección planificada. Se invierte, en lo poco que se invierte, en el ámbito productivo por inercia o por mostrar esta inversión ante la opinión pública; en el mejor de los caso, intentando, improvisadamente, generar un recorrido que pueda ser productivo. Esta falencia notoria no puede ser subsanada con la propaganda estridente.
Lo que pasa es que en la interacción entre los planos de intensidad social, el plano de intensidad político incide en el plano de intensidad económico, orientando su decurso en la satisfacción de la demanda rentista. No interesa el largo plazo, sino el plazo inmediato de demanda de recursos, para cubrir el déficit administrativo. No interesa la estrategia de industrialización, salvo como retórica, sino la estrategia provisional de captar la atención ciudadana, sobre todo la atención de la población electoralmente activa. La simulación se hace efectiva en estas conductas políticas, que terminan, lamentablemente incidiendo en el plano de intensidad económico, orientándolo a convertirse en la plataforma de generación de recursos para cubrir las demandas administrativas.
Viendo la configuración descriptiva del plano de intensidad económico, se puede observar que se da como un equilibrio entre tres componentes de la estructura económica; para resumir, diremos que se presentan el campo productivo, el campo de los servicios y el campo administrativo, lugares donde se gasta el presupuesto; empero, también, donde se generan los ingresos. Los tres campos son más o menos equilibrados, sus pesos específicos se equilibran, estableciendo una cierta equivalencia tripartita. Empero, el tema es: ¿hasta qué punto los tres campos se complementan, interactúan fortaleciéndose mutuamente, sobre todo fortaleciendo la iniciativa productiva?  En esta perspectiva, vemos que esto no ocurre, vemos que los tres campos funcionan más o menos independientemente como compitiendo. Sobre todo compitiendo por la cuota presupuestaria. El resultado es categórico, se merma preponderantemente la inversión productiva, si es que esta es la estrategia; por lo menos, lo es discursivamente.
No sólo estamos ante una economía extractivista, ante un Estado rentista, sino ante una opción por la inversión política, inversión destinada al impacto coyuntural, al impacto publicitario; entonces, se explica, de que no se trata de la valorización del valor, lógica capitalista, del modo de producción capitalista,  sino de la valorización política del voto. ¿Funcionan o no funcionan de este modo las sociedades abigarradas, extendiéndonos, las sociedades del mundo contemporáneo? Tal parece, que la tendencia mundial, con todas sus variantes, es esta. Las potencias industriales invierten en la industria de guerra, las potencias emergentes invierten en la industrialización y en las revoluciones tecnológicas y cibernéticas, los estados periféricos invierten en potenciar su base de legitimación, para poder sostener sus políticas extractivistas.
En estas condiciones es mucho menos viable la estrategia de industrialización en países periféricos, pues la gravitación de la geopolítica del sistema-mundo capitalista, más condicionante que antes, privilegia estas tendencias con la demanda y la subida de los precios de las materias primas. Estas tendencias también se refuerzan por los problemas de legitimación de los gobiernos de los estados periféricos, que requieren la aquiescencia de sus pueblos. Aquiescencia que obtienen mediante el impacto de bonos, asistencias, políticas coyunturales sociales. La industrialización ha quedado en la retórica, salvo en las potencias emergentes, que han heredado, en la división del trabajo internacional, la responsabilidad de la inversión a largo plazo, mientras que las potencias industriales tradicionales transfieren las industrias pesadas a las potencias emergentes, quedándose con las tecnologías de punta.
Entonces el perfil del plano de intensidad económico boliviano se explica por la inversión política y por los condicionamientos contemporáneos de la división del trabajo internacional del modo de producción capitalista, de la geopolítica del sistema-mundo capitalista, que delegan al país la tarea de garantizar la exportación de las materias primas requeridas por la maquinaria productiva mundial del capitalismo.

[1] Ver de Raúl Prada Alcoreza Bolivia: perfil económico. Dinámicas moleculares; La Paz 2005. http://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/gravitaciones_del_capitalismo_depen.
[2] Ver de Raúl Prada Cartografías histórico-políticas. Dinámicas moleculares; La Paz 2014. Amazon: https://kdp.amazon.com/dashboard?ref_=kdp_RP_PUB_savepubhttp://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/extractivismo.
[3] Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político; también Gramatología del Acontecimiento, así como  México: Intensidades sociales y territoriales. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. Amazon: https://kdp.amazon.com/dashboard?ref_=kdp_RP_PUB_savepubhttp://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/estadonacion.
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