El ángel caído
El ángel caído
Sebastiano Monada
Ángel caído con alas membranosas
Paralizadas por atracción
planetaria
Ya no le ayudan a
volar
Condenado a humillante
medrar
En sombra nebulosa de
gravedad
Repta como serpiente mito
crepuscular
En voluminosa tierra desolada
Tragedia sin disfraces
ni escenario
Sin iluminación exaltadora
Desnudo ante el
público azorado
Ángel caído hecho
hombre esfuerzandose
Por recuperar su
grandeza perdida
Habla imitando al
oráculo antiguo
Se pretende amauta en
laberinto de soledad
Ajeado por reptar en
suelos abruptos
Envejecido por largo
tiempo encandilado
Atrapado en burbuja de
deseos incumplibles
Estéril como todos los
eunucos de la tierra
Como todos los eunucos
que no se olvidan
Pesadilla de pueblos
dormidos
Patriarca entumecido
en miserias ateridas
Cristalizadas en
elocuencias estridentes
De múltiple venal dominación
Lamentable figura en
museo antropomórfico
Cuando apenas es demanda
ardiente
De anhelado reconocimiento
Vulnerabilidad humana
reclamando visibilidad
Y estertórea amplificada
audición
El líder del pueblo
como se dice a sí mismo
Y ante masa elocuente
de llunk’us
Se encuentra desnudo
ante ciclones
Torbellino de acontecimientos
irreversibles
Descubierto en sus
miserias humanas
Las cortinas del
teatro se abrieron antes de tiempo
Develando premuras de
montajes improvisados
Angustia mugiente despavorida
ante espejo derretido
Donde desaparece toda
pretensión del deseo
Solo encuentra su
rostro demandante y repetido
Copia mediática del
noticiario y la publicidad
Expresión
contradictoria de historia de vida
Pérdida en cavernas
del olvido
Sustituida por mimesis
de impostura
De actuación ante
pantallas virtuales
Y mecánicos micrófonos
quejumbrosos
Lo hieren como flechas
envenenadas
El líder está más solo
que en aislamiento
De meditantes monjes
solitarios
Poblado de entumecidos
fantasmas
Y acompañado por esmerados
aduladores
Más desconsolado que congoja
deprimente
Solo atina a ocultar experiencia
desgarrante
Ansia indómita de poder
e irrealizable
Inercia recursiva en
retórica no convincente
Paradoja de argumentación
palaciega
Para persuadir al
auditorio sentimental
En el crepúsculo de su
reinado otoñal
Ensangrentando el
cielo con gritos helados
Estalactitas
angustiadas en plaza de armas
El líder de fantasía abate
orejas de eunucos
Sangra también por dentro
fluidamente
Como copiosa lluvia
tropical yungueña
Coreando clausura
dramática de teatro político
Ser sufriente perdido
en laberíntico desamparo
Agoniza en círculo
estrecho de la hora presente
Anillos envolventes de
aduladora fragancia
Trama recurrente de
epopeya imposible
Donde se agarra como
si fuese rosario
Manto protector de hazaña
sin horizonte
Mientras sus inquietos
ásperos dedos
Rezan o cuentan cada
rosa profanada
Por manos lejanamente antiguas
Aunque los
intelectuales no lo crean
Es drama sufrido por hombre
encumbrado
Pesadez anclada de
ilusión delirante
Destruido está por
dentro irremediablemente
Abatida la alegría compositora
de equilibrios
Constelación de órganos
compulsivos
Heridas abiertas en
intimidad carnal
Desagarrantes como azotes del destino
Anunciando agonía del
ángel desalado
Es cruel insistir en
señalarlo culpable
De lo constatadamente acontecido
Derrumbe del Estado heredado
E institucionalidad
consagrada
Encierro de democracia
formal restringida
Hieráticamente inculparlo
De violación de
derechos sancionados
Por Constitución largamente
peleada
Vaciamiento de arcas
del Estado
Desaparición
fantasmagórica de inversiones
Son lanzas hundidas en
sus costados
Cuerpo de Cristo de
los bandoleros
Estamos ante un cuerpo
presente que se esfuma
En el laberinto soñado
por pueblo indomable
Que tuvo formas claras
y coloridos ruiseñores
Y lo vemos llenarse
con agujeros sin fondo
Como recita conmemorando
el poeta gitano
¿Qué nos queda ante
esta dramática agonía?
¿El ríspido espíritu
de venganza?
¿Martirizarlo por cada
acto soberbio
Y repetidamente improvisado?
¿Por cada privilegio
banal logrado?
¿Qué se consigue con
ello?
Recuperar posibilidad
humana en mutante universo
No es caer en papel de
jueces ni verdugos
Al juzgar y castigar
parecemos a quién se condena
A sus bochornosos actos
inescrupulosos
A sus escandalosas acciones
descomedidas
¿No es mejor visitarlo
en su agonía?
Hablar de sus mejores
recuerdos
Y de sus tiernas añoranzas
Reconciliarse en la
antesala de la muerte
Acompañar al sufriente
en su agonía
Sin necesidad de
lastimarlo
Se llevará lo que se
lleve
Importante es comenzar
otra historia
Y otro mundo
alternativo posible
Esto se hace de otra
manera efectuada
Sin emular la venganza
esperada
Ni repetir el odio
agobiante
El líder ha muerto
como líder
El ángel presiente clausura
sin alas
Su agonía no es la del
pueblo engañado
El pueblo renace
constantemente como potencia
Artesana tejedora territorial
y entrañable amancia integral
Respetar esta caída,
la del ángel sin alas
Manifestación de
grandeza imponderable
Cuerpo fulgurante y
espíritu creativo
Todos los líderes
anteriores se parecen
Comparten la tragedia
de ser ungidos
Por el símbolo de la dominación
insatisfecha
Máquina de poder
impotente y muda
Todos creen haber
alcanzado la cumbre
De sus sueños o sus
deseos insondables
Todos creen estar
aposentados en trono
Y controlar la chirriante
máquina despótica
No se dan cuenta son
marionetas
Agobiantemente descoloridas
De celosa racionalidad
instrumental
De tiranías modernas
Se diferencian en sus
carismas
Pocos alcanzan a
emocionar al pueblo
Los más solo son notas
llenando el vacío
Carismáticos agobiados
por desazón
Letanías herrumbrosas
aquejadas por nimiedad
Al no encontrar
corroboración de sus fantasías
Unos ponen pellejo en
semejante proyecto irrealizable
Otros alargan letargo político
intrascendente
Trama donde son centro
del protagonismo patriarcal
La triada del padre,
el hijo y espíritu santo
Olvidando masculinamente
a la madre
Que concibió al hijo y
al mismo padre
Por ser fecunda mujer
Creación permanente de
la vida
En el círculo vicioso
del poder recurrente
Los que vienen y los
que se van son lo mismo
Títeres de guiones
preformados
Muñecos de hilos
movidos
Por hilanderas de la
luna muerta
Inconsolable deseo del
deseo insatisfecho
Gloria ansiada como telos
Metafísico fin de la
historia
Promesa a condenados
de la tierra
Los carismáticos
pueden ser mártires
O tristes fugas del
cautiverio
Mártires cuando se
casan con alucinación
Escapes cuando no
creen en quimera
Y deciden por el
desenlace banal
¿Quién puede resolver
el dilema de la impotencia?
¿Qué hacer? ¿Ser o no
ser?
Ser es comprender el
acontecimiento en devenir
No ser es adherirse a
la fábula
Donde participan los inefables
líderes
Elocuentes llunk’us y esmerados opositores
Al oponerse al espejismo
están en la ficción
En sus remolinos
constantes de densa niebla
Comprender es actuar
de otra manera
Salir del círculo
vicioso de las dominaciones
Del ansia de poder
como satisfacción sexual
En espectral trama de
la proliferante banalidad
Actuar de manera
demoledora en muros de Jericó
Canto de gansos,
efluvio de poesías diseminadoras
De kafkianas fortalezas
paranoicas
Y lúcidas de-constructoras
de ideologías
El ángel caído es hombre
petulante y soberbio
Humano en los límites
de la razón práctica
Demandando corporativo
reconocimiento
Desesperado por ser
escuchado
El ángel sin alas y el
hombre sin atributos
No solo es el líder
caído
Y población de aleteos
alabanciosos
También contingentes juzgadores
Señalando ostensivamente
sus marcas
De culpa aterida
Inculpando por sus incontrolables
avatares
Ambos desean recuperar
condición angelical
Vigilar, castigar y
controlar
A hormigueante masa
humana autómata
Y resurgente en su
crepitante vibrar
Ambos responden al
paradigma de iglesias
Enseñoreantes de incuestionable
verdad
No es perdón a
responsable de estragos irremediables
Consecuencias de
caprichos incontestables
Nadie escapa a responsabilidad
vital
Sino asumir la
responsabilidad interpelante
En su proyectada
armonía inexorable
No hay enemigo ni
demonio execrable
Solo hay otro humano
perdido en laberinto
De errante soledad
insondable
Y dilatada en sinuosidad
envolvente
Los que se reclaman portavoces
de santidad
Y moral demostrable proyectada
Vaga política
institucional reclamada
Son inquisidores de
los inquisidores
La defensa de la
potencia del pueblo
La democracia radical
No es defensa de abstracta
consigna
Entendida por sensibilidad
popular
Democracia es gobierno
del pueblo
Es defensa de capacidad
creativa multitudinaria
Proponer se va
respetar la Constitución
Y la institucionalidad
heredada
Es volver a ignorar autogobierno
popular
Es repetir condición
de esclavo
En dominaciones
polimorfas
Por más desorientada
política
Y descalabrada
gubernamentalidad
Enfrentada a su diseminación
La salida no es supuesta
política reorientada
Tampoco
gubernamentalidad ordenada
Ambas son expresiones
variadas de lo mismo
De pretensión de
orden, de justicia, de libertad
Y de vedad develada
como sustancia
Cuando se efectúa solamente
realización
Irrealizable de las
dominaciones
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