El sueño construye la realidad

El sueño construye la realidad

 

Sebastiano Mónada 

 

 

 

 




 


 

 

 

Un sueño recurrente ha sido el de una eterna caída, nunca llegas al suelo, caes y caes, pero no llegas a chocar nunca. ¿Qué significa esta imagen en movimiento? ¿El eterno retorno a lo mismo? ¿Lo imposible?  ¿Señal de aviso, alarma, un llamado a despertar? No lo sabemos; vale la pena meditar sobre esta configuración, sobre esta imagen en movimiento del sueño. Efectuar una interpretación del sueño, sobre la caída que no termina.

 

Recuerdo otro sueño, no sé si recurrente, diría, mas bien, que se trata de un sueño que quedó en la memoria, desde temprana edad. Imagen de lo que podemos llamar empantanamiento, pero no se trata de un hundimiento en el pantano, sino de un quedarse atrapado en la pared, cuya característica es plástica, parecida a una plastilina. Ocurre que en la pared uno de los pies está atrapado, hundido, entonces tratas de sacar el pie apoyando una mano en la pared y la mano queda atrapada también en la pared; luego ocurre lo mismo con la otra mano, después con el otro pie. Por último, no tienes con que apoyarte para escapar, para salir de este aprieto espantoso, lo haces con la cabeza y termina tu cabeza atrapada en la pared. Este  es un sueño extraño, relativo a un aprisionamiento, a una situación sin salida. ¿Qué significa este sueño? ¿Lo irresoluble? ¿Qué no puedes resolver semejante problema? Problemática pantanosa del atrapado sin salida, como si hubiera caído en una telaraña, mas bien, en un muro plástico, que captura, poco a poco. ¿Significa que no hay salida, que desde un inicio estás atrapado? ¿Cuál es el mensaje implícito? Es menester intentar efectuar una interpretación del sueño.

 

Independientemente de la interpretación de los dos sueños, otras anotaciones son pertinentes, aquellas que vuelven a cuestionarse sobre la condición del sueño y las condiciones de posibilidad de la realidad. Antes dije que no hay realidad sin imaginación, que la construcción de la realidad tiene que ver con la imaginación. Una hipótesis extrema, desmesurada, sería la que diga que en la construcción de la realidad participa el sueño.

 

¿La vida es un sueño, como escribió Pedro Calderón de la Barca? ¿La realidad es un sueño o el sueño es la realidad? Un antiguo refrán oriental, atribuido al profeta Abū l-Qāsim Muhammad Ibn 'Abd Allāh ibn 'Abd al-Muttalib ibn Hāšim al-Qurayšī, Mahoma, dice que mientras vivimos dormidos, solo cuando morimos despertamos. Estos enunciados hacen desaparecer la realidad, la convierten en un sueño o el sueño llega a ser la realidad misma. 

 

Lo que llamamos realidad corresponde al concepto de realidad que usamos, la configuración de realidad que imaginamos. Nuestro cerebro participa en la construcción de esta realidad nombrada. La realidad, de la que hablamos, no necesariamente desaparece con el sueño, mientras soñamos, sino que el sueño forma parte de la realidad, asi como la realidad forma parte del sueño. Si nuestro cuerpo desaparece, con esta desaparición también desaparece el cerebro, esta realidad nombrada, captada por mi cuerpo, también desaparece, así como desaparece el sueño.

 

¿La realidad es independiente de mi, de mi cuerpo, de mi cerebro? Esa realidad no deja de ser mía por ser real. Lo es para mí; mientras viva será la realidad que captura mi cuerpo. No está en discusión si hay realidad fuera de mi cuerpo, se supone que sí; la cuestión es otra, lo que pasa es que mi cuerpo participa de esa realidad, es parte de esa realidad. Si desaparece mi cuerpo desaparece mi participación en esa realidad. Ya no estoy. No formo parte de esa realidad. Esa realidad deja de ser real para mí, que ya no estoy. Tampoco hay sueño.

 

La realidad deja de tener sentido para mí cuando ya no esté, precisamente porque ya no soy parte de esa realidad, no participo en ella. Tampoco sueño. ¿Qué es lo que ha desaparecido? La realidad en la que participó al desaparecer mi participación en esa realidad. Ahora bien, ¿qué es lo que está más acá y más allá de la realidad en la que participo, de la cual tengo conocimiento, tengo intrerpretaciones, imágenes integradas, configuraciones logradas? La realidad más acá y más allá de la realidad.

 

Esa realidad inmanente y trascendente, de la que participan todos los que están, todos los seres, todas las vibraciones y ondas sintonizadas, todas las energías conjugadas, es la realidad construida por todos los participantes de esa realidad múltiple e integral. Entonces, se puede hablar de la interpretación de la realidad, en plural, de interpretaciones de la realidad, por parte de todos los seres participantes, aunque esa realidad no se reduzca a las interpretaciones. En todo caso, la totalidad desborda a todas las participaciones concurrentes y, también, simultáneamente, la totalidad es desbordada por todas las participaciones desplegadas.

 

Volviendo a las imágenes de los sueños mencionados, de caída y de empantanamiento, las sensaciones transmitidas parecen corresponder a un eterno viaje, en un caso, y a la curvatura envolvente de los bucles y torbellinos, en el otro caso. ¿La esfericidad misma de la existencia? ¿Otra vez el eterno retorno a lo mismo o eterno retorno a la diferencia imperceptible? Si fuese así sueño y realidad participan de un mismo núcleo, de un mismo comienzo, de un mismo viaje. ¿En dos naves distintas o en una misma nave, solo que compuesta, combinando sueño que sueña la realidad y realidad que existe acompañada, motivada, empujada o quizás perdida por el sueño? Entonces, interpretando los sueños, caída a lo mismo, eterno regreso, nudo reforzandose con los mismos hilos iniciales.   

 

 

Comentarios

  1. El sueño es uno de los temas más presentes en el devenir humano y aún el hecho más dificil de explicar. Raúl Prada expresa una sensibilidad muy interesante al respecto. Vale la pena leer este ensayo.

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