Colonialismo extractivista y dependencia con el litio
Raúl Prada Alcoreza
El
“gobierno progresista” de Bolivia ha entregado las reservas naturales del litio y otros recursos, que contiene el
inmenso Salar de Uyuni, a la vorágine capitalista de las empresas
trasnacionales extractivistas; contraviniendo la Constitución[1].
Sin que sepan los y las bolivianas, propietarios natos, declarados por la
Constitución. Con maniobras sinuosas, movimientos sigilosos y secretos ha
ofertado las riquezas del salar, principalmente el litio, a través de
mediadores; a quienes les ha otorgado carta blanca, para que pongan en el
mercado de inversiones, esta riqueza
natural del pueblo boliviano. El “gobierno progresista” ha comprometido, en
esta artimaña a espaldas del pueblo, al alto mando de las fuerzas armadas; que
ingresó como parte de la estructura subrepticia en estas componendas y de este
saqueo del cotizado recurso del litio. A esto llama “transparencia” el gobierno populista, a esto llama “defensa
de la soberanía” y, lo más calamitoso, a esto llama “cumplir con el mandato
constitucional”. Este tipo de acciones están tipificadas por la Constitución
como traición a la patria.
El
paso de los “gobiernos progresistas” en Sud América, en la última década, ha
dejado una huella ecológica marcada y
hendida en los espesores territoriales;
a esto llaman estos gobiernos “defensa de la Madre Tierra”. En Bolivia, después
de haber invertido, por lo bajo, más de 20 millones de dólares, en una planta
que nunca ha dado resultados, salvo los shows mediáticos, para convencer a la
opinión pública que se avanza; cuando una evaluación técnica aplazaría a los
encargados por sus rendimientos y al gobierno por su irresponsabilidad. Ahora,
sin decir nada sobre este fracaso, pasa a la fase donde licita el litio del
salar, para declarar las licitaciones desiertas, y luego proceder mediante
adjudicaciones directas, que además no se conocen. Tampoco se informó sobre el
destino y los resultados de las cuantiosas muestras de materia prima que se
llevó a Corea del Sur, con motivo de experimentación tecnológica; procedimiento
irregular que aprobó el Congreso. En esta niebla densa, mantenida por el gobierno
y sus partidarios, que controlan los poderes del Estado, no se ven las acciones
veladas del gobierno y empresas públicas; que no solo han continuado con el modelo extractivista colonial del
capitalismo dependiente, ni solo expandido e intensificado este modelo, subordinado a la geopolítica del sistema-mundo capitalista, sino que lo han vuelto opaco, casi
secreto, manejado como si estos recursos fueran de la propiedad privada de los
gobernantes.
Una
larga historia de saqueo marca la economía boliviana, atravesada por genealogías de poder barrocas, que combinan formas patrimoniales y formas trasnacionales del ciclo del capitalismo vigente. Del ciclo de la plata se pasó al ciclo del estaño y de éste al ciclo de los hidrocarburos. Los tres ciclos extractivistas dejaron
cementerios mineros, territorios depredados y contaminados y pueblos, en el
lugar de la extracción, miserables y sin porvenir[2]. La
renta alcanzó para la dilapidación gubernamental, para la apropiación privada,
encubierta por la corrosión institucional.
Esto, a pesar de la nacionalización
de las minas de 1952 y de la nacionalización
de los hidrocarburos, ésta después desnacionalizada con los Contratos de Operaciones.
Como esquema de comportamiento
cristalizado en los huesos, las castas gobernantes, sean conservadoras,
liberales, nacionalistas, dictaduras militares, neoliberales o “progresistas”,
han continuado, con sus propios estilos, esta conducta entreguista y saqueadora. Lo que caracteriza al gobierno populista es su discurso
desgañitado de soberanía y pretendidamente “antiimperialista”; sin embargo, en
la práctica, sigue el mismo tenor y modelo,
el extractivismo colonial de la
dependencia. Lo que diferencia al gobierno del “socialismo del siglo XXI”,
incluso pretendido “socialismo comunitario”, respecto al gobierno del nacionalismo-revolucionario de la revolución de 1952, es que la nacionalización de las minas fue una expropiación, hecha con las armas en la
mano de las milicias obreras de la COB; en tanto, que la nacionalización de los hidrocarburos, que fue escrita por un
intelectual de izquierda nacional,
procedente del Grupo Octubre, otorgando a los bolivianos el control de 82% por
un año, hasta los Contratos de Operaciones. Esperando la auditoria de las
inversiones de las empresas trasnacionales involucradas; auditoria que nunca culminó. Adelantándose
los Contratos de Operaciones, por presión de las empresas trasnacionales y en
connivencia del gobierno. Empero, este esfuerzo y consecuencia de izquierda nacional, escrita con la mano
firme, fue borrado con el codo de un ejecutivo entreguista, que otorgó el
control técnico a las empresas trasnacionales y disminuyó el monto de los
ingresos al 62%. No hubo tal expropiación,
medida que requiere la nacionalización
efectiva.
Ahora
ingresaremos, como se ve - por imposición de un gobierno que no consulta a
nadie, ni al pueblo boliviano, propietario
nominal de los recursos naturales,
ni a los pueblos indígenas, como
manda por consulta la Constitución, ni a
otros pueblos afectados por este extractivismo depredador y destructivo de los
ecosistemas -, nuevamente a otra etapa de saqueo, en el ciclo de lo que parece será el ciclo
largo desolador del litio.
Descripciones
El Salar
de Uyuni es la mayor extensión de espesor salina; cuenta con una superficie de 10.582
km². Está ubicado en el suroeste de Bolivia a unos 3.650 msnm, en la provincia
de Daniel Campos, del departamento de Potosí, formando parte de la región altiplánica, rodeada de los
ramales y cadenas de la cordillera de los Andes. El Salar de Uyuni es la mayor
reserva de litio del mundo, contiene una reserva calculada del 50% al 70 % del
litio del mundo; así mismo cuenta con importantes cantidades de potasio, boro y
magnesio.
El
área que hoy ocupa este desierto salino estaba cubierta hace 40.000 años por el
lago Minchin y posteriormente, hace 11.000 años, por el lago Tauka. El salar de
Coipasa, los lagos Poopó y Uru Uru también son vestigios de estos grandes lagos
prehistóricos. Éstos alcanzaban una cota de alrededor de 100 m por encima del
nivel actual del salar; cubrían los actuales salares de Uyuni y Coipasa, así como los lagos Poopo y Uru Uru. En este
período una fase de clima húmedo, con más lluvias que las dadas actualmente,
elevó el nivel de los proto-lagos a aproximadamente 100 m más alto que el nivel
actual; posteriormente vino un periodo seco y cálido, que produjo una gran
reducción de la superficie y volumen de los lagos andinos; originando así los
salares y los lagos y lagunas actuales.
El
salar de Uyuni, como se estima, contiene 10.000 millones de toneladas de sal,
de las cuales 25.000 toneladas son extraídas cada año. Además, cuenta con 140
millones de toneladas de litio, según datos oficiales de la Corporación Minera
de Bolivia (COMIBOL); convirtiéndose en la mayor reserva del mundo. Existen
aproximadamente once capas de sal, con espesores que varían entre menos de un
metro y diez metros. La costra que se encuentra en la superficie tiene un
espesor de diez metros. La profundidad del salar es de 120 metros; compuesto de
capas de salmuera superpuestas y barro lacustre. Esta salmuera se compone de
litio, boro, potasio, magnesio, carbonatos, bórax y sulfatos de sodio. Un
mineral apreciable es la ulexita, llamada piedra
televisión. Es transparente y tiene el poder de refractar a la superficie
de la piedra la imagen de lo que está debajo.
La
geología de la cuenca del Salar de Uyuni está representada por formaciones paleozoicas,
pocas mesozoicas, sobre todo, cenozoicas; constituidas por rocas volcánicas y
secuencias vulcano-sedimentarias. En el área de influencia del salar de Uyuni
se observan sedimentos recientes, cuaternarios, agrupados en depósitos salinos,
depósitos aluviales, fluviales, lacustres, fluvioglaciares, morrenas y dunas.
El mapa geológico muestra también una situación tectónica muy compleja, que impacta
tanto las formaciones paleozoicas como las cenozoicas.
Para
comprender la situación
hidrogeológica del área salina es indispensable restablecer su historia geológica. Sobre todo, para
lograr la comprensión de ciertos fenómenos peculiares; como la presencia de
aguas termales dulces, fuentes y ríos salados a gran altura; fuentes y pozos
cercanos con contenido salino completamente diferente; formaciones de edad
diferente, que se encuentran cercanas; espesores de depósitos salinos cuaternarios
de más de 100 metros. El perfil geológico-estructural del área, siendo
parte de la sierra andina, entre la cordillera externa al oeste y la interna al
este, definida como Altiplano, muestra una estructura
de retro-arco, respecto al arco de la cordillera occidental. Esta estructura se
caracteriza por una tectónica distensiva.
La
apertura del Atlántino, aproximadamente entre 240 y 170 millones de años atrás,
sumada a la consecuente deriva de la Placa Sudamericana, en colisión con la
Placa de Nazca, actúan sobre una situación formada anteriormente, con relieves
y depresiones, con estratos plegados y con volcanismo antiguo. En el Cretácico
la situación anterior parece continuarse con deposiciones marinas presentes en
muchas áreas, sub-cuencas, así como con la cordillera costera emergente, en el
Terciario. Se conjetura que la Placa de Nazca se deslizó debajo de la Placa Sudamericana,
dando comienzo a un ciclo de levantamientos del área, así como por un relleno
de las cuencas internas. Tal vez desde el inicio del Terciario, sin duda
después del Miocénico, la cordillera occidental se convierte en un arco
volcánico y el Altiplano resulta en una disposición geológica de contrafuerte.
Los
niveles terciarios y cuaternarios no resultan plegados; alargando el
levantamiento por decenas de millones de años, determinando los procesos de
erosión y relleno, en ausencia de una tectónica activa distensiva, las
depresiones iniciales se habrían rellenado. Esta explicación parece confirmada
por los mecanismos locales de los terremotos superficiales, que en el Altiplano
corroboran un escenario geológico relajante.
El
“triángulo del litio” - denominado así señalando que entre los tres salares
ubicados en la puna, junto a otros cercanos, concentran más del 85% de las
reservas de litio conocidas del planeta – es
la referencia geográfica de la reserva concentrada del litio en América
del Sur; “triángulo” ubicado en el espacio territorial donde Bolivia, Chile y
Argentina definen sus geografías políticas. Componen el “triángulo” el Salar de
Uyuni (Bolivia), el Salar de Atacama (Chile) y el Salar del Hombre Muerto
(Argentina).
No
se puede hablar con propiedad de industrialización del litio, implantada en la
zona, tampoco se puede hablar de valor
agregado, añadido al mineral extraído, considerando el discurso técnico económico.
La explotación del mineral se limita únicamente a la extracción de la materia prima, por parte empresas
mineras trasnacionales. El mineral cotizado se exporta a los Países Bajos,
Rusia, Estados Unidos de Norte América, China, Reino Unido, Alemania; lo
consumen industrialmente empresas automotrices como Toyota, Mitsubishi, además
de la industria de baterías Magna. El litio es considerado como un “recurso
estratégico”, con proyección a futuro; el litio es un recurso natural indispensable para la industria alimenticia, la
generación de energía para celulares, computadoras, automóviles, híbridos y
eléctricos; ampliándose su uso en una gama de tecnologías, cada vez más extensa[3].
Ecosistema del salar de Uyuni
El ecosistema del
Salar de Uyuni es parte de los ecosistemas andinos y cordilleranos;
particularmente del ecosistema altiplánico. Ha sido el hábitat, el entorno y el referente, así como el substrato territorial de comunidades, pueblos y sociedades del lugar. Es
conocida la ruta y recorridos de los llameros
de sal, quienes sacaban la sal de Uyuni y la trasladaban para intercambiar
con bienes de distintos pisos ecológicos; sobre todo, de los valles. La sal era
cotizada por las poblaciones aledañas y lejanas; esperaban la sal para
trocarlos por los bienes buscados y necesitados por los llameros de la sal. Toda una economía
- usando este término inapropiado, con fines comparativos - de complementariedades y reciprocidades daba dinámica a la región. Incluso esta economía, cuyo eje
compartido era el relativo a los recorridos
de los llameros de sal, llegó hasta
los períodos republicanos.
En la modernidad
tardía, el litio es fuente de las baterías de los equipos electrónicos. La perspectiva
tecnológica anuncia el consumo masivo de litio; por ejemplo, para el
funcionamiento del automóvil eléctrico. Cuando
se habla de la revolución energética se tiene como referente precisamente al
litio. Se estima las reservas para aproximadamente un milenio. Sin embargo, se tiene
dificultades para extraer el recurso mencionado. En el Salar de Uyuni el litio
se encuentra mezclado con magnesio y otros minerales. La separación es complicada,
necesita de implementación tecnológica gravosa[4].
Ante estas
proyecciones, no se puede dejar de tener en cuenta, de ninguna manera, la armonía del ecosistema. El Salar de Uyuni produce ozono; en determinados
periodos del año cobija aves migrantes; cuando llueve su clima se vuelve húmedo,
incidiendo en la variación climática. Con el Salar de Coipasa, el Salar de
Uyuni y los otros salares del “triángulo del litio”, participan en los
circuitos de energía climática. Desde la perspectiva
geográfica el paisaje del salar
define una textura territorial
singular, que configura la zona, sus particularidades, en los ecosistemas del Altiplano.
Teniendo en
cuenta la perspectiva ecológica, el
uso del salar para extraer litio, incluso otros minerales, como el magnesio,
como el boro, requiere de un abordaje químico y tecnológico complejo, que exige
una comprensión de los ciclos vitales.
Apuntar a una eco-industrialización
del litio implica un uso ecológico de
la tecnología, eco-industrialización integrada a los ciclos vitales. Esta perspectiva
dista mucho de lo que se hace ahora, que no es otra cosa que extractivismo depredador, contaminante y
destructivo, además de significar saqueo.
Los problemas
ambientales y ecológicos que genera una explotación extractivista del litio
pueden ser descritos:
La extracción y
el procesado del litio emplean insumos químicos tóxicos, como carbonato de
sodio, bases y ácidos. Cuando entra en contacto con el medio ambiente, el litio
reacciona con el vapor de agua, nitrógeno y oxígeno del aire, generando compuestos
como el hidróxilo de litio; altamente peligroso por su propensión corrosiva.
El derrame de alguno de estos químicos, en forma de residuos, puede producirse
por lixivación, filtración, incluso emisiones atmosféricas, poniendo en peligro
el ecosistema, así como a la
población circundante.
Sobre todo la explotación
del litio afecta a las comunidades colindantes, particularmente en lo que
respecta al consumo de agua. Las comunidades situadas en el entorno del Salar
de Uyuni son agrícola; prioritariamente cultivan quinua. Si los residuos se
filtran y alcanzan a los acuíferos mediante lixivación, las reservas de agua
potable se contaminarían, inutilizándola para el consumo doméstico, así como para
el uso de la agricultura, del mismo modo para la ganadería. La explotación del
litio se realiza mediante piscinas de evaporación, que requieren gran cantidad
de agua; lo que también disminuye las reservas del agua para el consumo
doméstico, la agricultura y la ganadería.
Es indispensable
considerar la etnografía y la demografía de la región. La relación de las
comunidades y de los poblados con el Salar de Uyuni y el Salar de Coipasa. La
distribución cartográfica, el manejo del espacio y la función que cumplen los
salares, en lo que respecta al espaciamiento,
territorialización, desterritorialización y reterritorialización. En este contexto territorial, tener en cuenta,
la presencia, la distribución y el manejo
territorial de los ayllus. Así
como en menester considerar la distribución en este espacio de las otras
poblaciones orgánicas; no solamente las que comúnmente se mencionan como fauna,
sino también como flora. Todos estos
temas brillan por su ausencia en la implementación de la economía extractivista que se aplica en el Salar de Uyuni.
La mentalidad colonizada
El
discurso desarrollista, emitido a
propósito del litio, responde a una mentalidad
colonial. Por ejemplo, se habla figurativamente, como si se tratara del
“petróleo blanco”. Se sugiere, entonces, repetir la historia del “oro negro” con el “oro blanco”, que sería el litio.
Es decir, preservar el rol asignado a las periferias
por la geopolítica del sistema-mundo
extractivista. En el delirio imaginario de la colonialidad se sugiere la proyección de Bolivia como una Dubái de 2050. Esta mentalidad
colonizada no tiene otra imagen del futuro
sino ésta de la economía rentista;
beneficiada con los precios altos del petróleo, en un país que cuenta con
cuantiosas reservas de la energía fósil.
Se espera que lo mismo ocurra con Bolivia en lo que respecta al litio.
La mentalidad colonizada concibe a la naturaleza como objeto de dominio, de explotación, sobre todo, de extracción. Otra característica
corresponde al ideal de Estado rentista combinado o sustentado con
la economía extractivista,
beneficiada por la demanda de materias
primas, en condiciones de precios altos del mercado de minerales. Una
tercera característica es que considera que la etapa extractivista de la economía
es necesaria; se la concibe como si fuese una etapa anterior a la industrialización, que vendría a ser
propiamente el “desarrollo”. Está lejos de comprender
que el extractivismo no es ninguna etapa, menos pre-condición de la industrialización,
sino parte de la división del trabajo y
del mercado internacional en la geopolítica del sistema-mundo capitalista[5].
La cuarta característica, quizás la más pronunciada de la mentalidad colonial, es que se figura el “desarrollo” como el
camino andado por los llamados “países desarrollados”; es decir, se trata de
imitarlos. Una quinta característica es la de juzgar a todo lo que se opone al “desarrollo” como obstáculo del
mismo y que detiene el “progreso”. Por eso, consideran que la represión a los pueblos indígenas, que defienden sus territorios, está justificada; también les parece justificada la
descalificación y estigmatización de las luchas ambientalistas y ecologistas. Incluso
llegan a considerar las concesiones a las empresas trasnacionales, por más que
estas sean onerosas y nada tengan que ver con algo que se parezca a la soberanía, como explicables en el camino
al “desarrollo”.
La mentalidad colonizada es como la consciencia desdichada de la subalternización. Corresponde al sujeto social desgarrado, que resuelve
su escisión dramática en los términos
y el perfil de una psicología acomplejada, que enmascara
con delirios de grandeza y entonando elocuentemente su apego desesperado a las
imágenes de vitrina del “desarrollo”. Esta psicología
acomplejada puede expresarse en distintas formas discursivas; por ejemplo, nacionalistas, liberales,
neoliberales o populistas. La forma discursiva puede parecer distinta;
sin embargo, el sentido latente no
deja de ser el mismo; la sumisión a
los centros del sistema-mundo capitalista.
[1] Ver Descolonización y transición. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/descolonizaci__n_y_transici__n_2.do.
[2] Ver El
mundo del k’aqchiuo. También Genealogía
de la dependencia.
[3] Revisar Salar de Uyuni.
Referencias: [1] Encyclopædia
Britannica - Uyuni Salt Flat. [2] Bolivia Destinos (2011). «Salar de Uyuni».
Archivado desde el original el 25 de noviembre de 2015. Consultado el 22 de
noviembre de 2011. [3] Prehistoria de Bolivia [4] Servant, M. & Fontes, J.
C., 1978. «Les lacs quaternaires des hauts plateaux des Andes boliviennes.
Premières interprétations paléoclimatiques.» Cuh. ORSTOM, sir. Géol. X(1):
9-23. [5] Página sobre el Salar [6] Ballivian, O. y F. Risacher Orstoom. Los
Salares del Altiplano Boliviano. Métodos de estudio y estimaciones econó-
micas. París 1981. [7] Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología [8] Plan
Director Global Binacional de Protección - Prevención de Inundaciones y
Aprovechamiento de los Recursos del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó
y Lago Salar de Coipasa. (Sistema TDPS). Comisión de las Comunidades Europeas.
Enero de 1995Consultado el 25/02/2012. [9] Evaluación de los recursos hídricos
de la cuenca del Salar de Uyuni. SGI-Studio Galli Ingegneria. La Paz. Septiembre
2011. [10] Chaffaut, I. 1998. Precipitations d´altitude, Eaux souterraines et
changements climatiques de L´Altiplano Nordchilien. Université Paris, 1998.
[11] SERGEOMIN, “Estudio de las cuencas hidrograficas de la Cordillera
Occidental y del Altiplano”. 2001 [12] En tres de las cuencas estudiadas por el
SERGEOMIN: Salar de Challviri, Laguna Verde y Zapaleri, se ha concluido que la
evaporación es quince veces más alta que la precipitación. [13] Mapa geológico
de la cuenca hidrográfica de Uyuni, editado por el Servicio Geográfico Militar
de Bolivia. [14] Anexo:Bibliografía agua subterránea de la cuenca del Salar de
Uyuni [15] FUNDAMIN – Fundación para el Desarrollo de la Minería Argentina - El
Triángulo del Litio: Argentina, Chile y Bolivia poseen más del 90% de las
reservas mundiales de litio. [16] Diario El Mundo de España - ECONOMÍA | Un
mineral estratégico. La guerra del litio en Chile. [17] SEMINCOR – Cámara
empresaria minera de Córdoba - Toyota detalló los trabajos que realizará para
extraer litio en Jujuy. [18] http://www.defonline.com.ar/?p=13330 Diario
digital defonline.com.ar Energía & Minería - El litio, un recurso
estratégico. [19] Diario Página 12 - Sociedad › El nuevo metal preciado de la
mineria extractiva hace furor en el norte del país. La fiebre del litio. [20]
Diario El Tribuno de Salta - El litio de La Puna. Por Ricardo N. Alonso, Doctor
en Ciencias Geológicas (UNSaCONICET). [21] Diario digital spanish.china.org.cn
– Economía. Especial: Chile realiza estudios para definir potencialidad de su
litio. [22] http://web.archive.org/web/http://www.
concienciaminera.com.ar/2013/01/
exar-cuenta-como-producira-litio-y-potasio-en-jujuy/ Conciencia minera - Exar
cuenta cómo producirá litio y potasio en Jujuy. [23] http://www.hola-china.net/
el-opulento-triangulo-del-litio/ Diario Hola China – Artículo: Negocios. El
opulento triángulo del litio. [24] Minería Chilena - Litio: 70 proyectos en
competencia. Enciclopedia Libre: Wikipedia: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=ec9c8cd75b64c64730206df9d1c307f292c631a2&writer=rdf2latex&return_to=Salar+de+Uyuni.
[4] Revisar El salar de Uyuni y la
fiebre del oro blanco. Ecología nómada. http://ecologianomada.com/uyuni/.
[5] Ver Subalternidad y máquinas del sistema-mundo.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/subalternidad_y_m__quinas_del_siste.
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