Premonición

Premonición 

 

Sebastiano Mónada

 

 

 


 


 

 

 

 

 

Clima convulsionado,

tropel de vaporosos bosques,

desaparecidos.

Enunciaciones materiales en diseminación,

se dispersan en flujos dilatados por la esfera, 

burbuja hedonista de la inmunidad obsesiva.

Modernidad agobiada por sus fracasos.

 

No es el silencio sino el anodino pentagrama 

de la melodía inconclusa

lo que asombra,

lo que acecha,

lo que agobia.

 

Es la nada la que ha invadido el planeta,

implantando mundos errantes,

sin porvenir,

agobiados de culpas,

anclados en el recuerdo de sus crímenes.

 

De vez en cuando, abriendo huecos,

el irradiante viento solar los atraviesa, 

aposentando su fragancia fogosa 

en la elocuencia rocosa de las montañas

y en los húmedos espesores del valle.

Mientras descubro los quiebres del momento, 

hendiduras profundas que abaten el tiempo 

y diseminan el espacio.

 

Todo se da al mismo tiempo.

Es el eterno presente,

simultáneo y diverso.

Composición en movimiento de lo múltiple.

No hay pasado ni futuro,

solo el momento cambiante.

 

Detrás de la ventana la calle habitada,

Contrastando con la ciudad poblada 

mi reflejo resbalando en el cristal,

pensamiento petrificado, fantasma

trazando una frontera 

entre el afuera y el adentro, 

entre el exterior y la interioridad.

 

Fugaz instante de la consciencia nómada.

Devenir de las sensaciones 

inventoras de mitos.

Retorno de los dioses asesinados,

huida de la comunidad humana.

 

 

 

 

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