Acontecimiento vida

Acontecimiento vida

 

Sebastiano Mónada

 

 

 



 


Ahora y aquí, el instante, es el acontecimiento.

No hay otro. Es el mismísimo momento del acontecer.

La existencia palpita con innumerables corazones,

las pulsaciones suenan en multiplicidad de tambores, 

las energías recorren infinidad de conductos,

arterias y venas del planeta viajero. 

 

La vida explota en su plenitud creativa, 

pero nadie se da cuenta.

Siguen su rutina como si nada,

circunscritos en mundanidad provisoria,

envueltos en ilusiones de feria, 

en prestidigitaciones de circo, 

en la algarabia del teatro político 

y en la contingencia monetaria. 

 

Esto, el de vivir, es la oportunidad dada

para desenvolverse espontáneamente,

para caminar ligero,

reptil alado

o mamífero volátil,

llevando alas en los tobillos.

Ligero y despreocupado

para crear, artista,

destructor de valores 

e inventor de nuevos vigores

pintor de mundos ignotos.

 

No aprovechamos la oportunidad,

ignorantes del obsequio cósmico, 

la deshechamos, optando por despilfarro, 

el derroche desvergonzado,

la inclinacion hedonista por el consumo,

ocupando el tiempo en pugnas miserables,

en banales pretensiones de grandeza, 

que no llenan el vacío existencial,

la notoria ausencia de imaginación. 

 

Monstruos miserables,

carcomidos por egoísmos fútiles,

por búsquedas de reconocimiento,

-  acomplejadas composiciones del fracaso -, 

desesperadamente en la artificialidad

de las demostraciones de apariencia,

ostentación de disfraces desgarbados,

en los juegos de dominación

de tristes personajes desgarrados 

en irresolubles contradicciones,

ahogados en montañas de frustraciones. 

 

No se dan cuenta que el juego ha terminado.

¡No va más!

No queda bosques por talar 

o incinerar. 

No quedan cuencas limpias 

ni ríos donde naden peces.

No queda duelo fértil 

ni aire respirable.

Solo el avance ondulante 

del desierto,

la aridez de la muerte 

y las navajas de fuego solar

abriendo heridas en la piel.

 

Sin embargo, el mundo no es el planeta.

El mundo es la burbuja construída por el hombre.

Modernidad inmanente de toda civilización,

Modernidad trascendente de la actual cultura

De la valorización fantasmagórica.

El mundo moderno es el anti-planeta.

 

El planeta desborda el mundo,

Levedad del ser y del no ser,

vulnerable burbuja pasajera,

ilusión emergida de sí misma,

repentina enfermedad del Oikos.

Histórico desequilibrio desatado 

por rey paranoico 

o mago tuerto. 

 

La vida es acontecimiento primordial,

explosión inaugural o eterno retorno,

el acontecimiento es potencia creativa.

Proliferante invención del eterno comienzo

y de la metamorfosis compulsiva del devenir.

La vida es transformación permanente 

de las composiciones infinitesimales 

y de las conformaciones molares,

de los insondables agujeros negros, 

de la materia y energía oscuras,

de la materia y energía luminosa.

Desconocida complementariedad fundante.

 

 

 

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