Desnudo en la vitrina


Desnudo en la vitrina

Sebastiano Monada



















Se cree invulnerable como escogido por Dios
Puede decir cualquier cosa, no importa
Lo que dice considera elocuencia sabia
Se asume clarividente como prolongación iluminista
Aunque no se corrobore esta pretensión
Cuando se escuchan las mismas banalidades
Prosaicas políticas de todos los pedantes
Avidez enamorada de su imagen en el espejo

Se siente en la gloria consagrada de palacio quemado
Aunque sufre dolorosamente por dentro
Desgarrado por sus contradicciones
Las que lo desploman y dejan sin aliento
Evidenciando sus ateridas inseguridades
Largamente ocultadas

Se presenta en perfil agresivo de mármol ausente
Desprecia las observaciones y las criticas
Como desechables artefactos
Intrépidamente descalificadas de antemano
Como sospechosas de conspiración delatada
Andando de la mano con el añejado imperio
Ruinas diseminadas en palacio de invierno
O con la denunciada derecha neoliberal
Despavorida imagen del libre mercado
No se da cuenta que dice lo mismo
Que la ajada propaganda imperial
Y la oficiosa oposición literal
Solo que con otros tintes y colores
Otros tonos y sabores
No se da cuenta se desnuda ante público
Curioso en trivial malla audiovisual
Expuesto en su traje invisible
Cuento de hadas madrinas enloquecidas
Y en lluviosa vitrina de cristal
Delata sus cristianas heridas abiertas
Y sus ateas profundas debilidades
Campo de gravedad en inseguridades
E insoslayable oquedad de sus vacíos
Inmensidades deprimentes de la nada

Confunde el mundo con el teatro de la crueldad
Cree que la realidad es un espectáculo
Brillante en su estridencia insignificante  
La invención política es la que se impone
Como inquisición vengadora omnipresente
Como se asigna el patriarca otoñal
En el atardecer de gobierno edificado
Por el estoico  presidente colgado
Y melancólica autoridad suicida
La astucia criolla es la que vale
Se trata de hábilmente engañar
Las palabras son las que definen
Como águilas precipitadas en presas
Lamentablemente extraviadas
A pesar de presentarse insostenibles
Contrastadas por los hechos innegables

Deseo del deseo insatisfecho
Del agotado poder irrealizable
Es muestra de despellejado sujeto inconcluso
Agobiado por anémicos perfiles inacabados
Jugados como naipes helados
En antelada combinación de lance descalabrado
Aterradoramente desalmada
Cuerpo sin venas del vampiro crepuscular
Que muere en el marfil luminoso de la luna
Abandonada en el viaje estelar

Es la filosofía predicante de donde todo vale
Lo importante es apostar a tiradas de dados
Arrojados por Stéphane Mallarmé 
Cubos de errantes palabras dramáticas
De estereotipadas poses viscerales
Exageradas declaraciones leales
Tiene un ejército de eunucos fervientes
Que lo siguen en sus diletantes desvaríos
Club de descomedidos cómplices engreídos
Mimos del mismo guion recurrente
Actores de dramas artificiales
Y tragedias inventadas 

Tiene a los medios de comunicación de su parte
Extensión de sus órganos compulsivos
Alargados en canales y radios
Es monopólico accionista, empresario de difusión
En compulsiva competencia por el ranking
Anoréxica estadística de la banal popularidad
De la demagogia y del alarde
Tiene a los ministros sumisos a su lado
Como candelabros que alumbran su oscuridad
A los representantes del pueblo oficiales en su mando
Considera tiene hilos del poder en su mano
No sabe que todo esto es ficción
No tiene substrato ni materia
Solo es alucinación burbujeante de dominación
Tradicionalmente heredada
Estrecho círculo vicioso del poder
Laberinto entreverado sin salida

Es un fantasma andante desvelado
Jinete del apocalipsis extraviado
En el laberinto ritmado de su soledad
Desierto poblado por cómplices sin alas
Pesados como densidad perpetua de la muerte
Mediocridades diseminadas en hecatombe
Escondidas historias de vida en mezquinad
De desconsoladas travesías

Paradoja eufemista de tragedia abundante
Ésta, la de la artera ilusión del poder
Cuanto más se cree en la cima
Más cerca está del abismo

Locura del consejero del rey
No sabe si es bufón o profeta
No sabe si es el mismo rey
O un esclavo del poder
No está seguro si controla régimen kafkiano
De aparente extraña fortaleza inexpugnable
O es apenas títere en hilados de máquina
Bullentemente chirriante del Estado

Está más solo que la soledad padecida
Está más agobiado que tragedia de Sófocles
Está más desmoronado que ciudad bombardeada
De guerra absoluta desterritorializada
Está abrumado por museo de máscaras
Que celosamente guarda en su casa
Y usa rotando, dependiendo de ocasiones
Necesariamente azarosas
Y condicionales circunstancias diluidas
En ensangrentados celajes

















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