Marcelo
Marcelo (Segunda versión) Sebastiano Mónada Conocí a Marcelo una noche curvada en la memoria del espejo cóncavo de la ciudad dormida, donde se repite como sueño de estrellas y luces navegantes de tramas de abuelas. Silenciosos barcos fantasmas olvidados en sus lejanos puertos. De silueta espigada, tallo radiante de maíz en los copiosos sembradíos . De ojos resplandecientes, uvas de viñedo tinto. Semblante destacado, renacentista pintura. Orador prodigioso, como ninguno. Escultor de enunciados convocantes, capturados acogedores paisajes, cuadros de minuciosos pintores de museos otoñales. Cuadros de bosques tumultuosos. Sonámbulos árboles vespertinos de tímidas ramas verdes. Agua del atardecer y brisas de luces amarillas. Dejando fluir volcánicamente el entrañable vigor del lenguaje. La interpelación tajante, devenida del aquelarre rebelde de las dramáticas contiendas. Lúcida convocatoria al pueb...
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