Así son los asesinos
Así son los asesinos
Sebastiano Mónada
Dedicado a las comunidades libertarias kurdas
Aterrorizados ante belleza relumbrante,
cuando es expresión de alegría de composiciones proliferantes
de herencias y adecuaciones a simetrías gravitantes.
Armonía de espesores y formas refulgentes,
parejas de danza coordinando sus pasos
y latidos al compás de melodía que los abraza.
Cadencia de amor rondando cuerpos,
libre y espontánea como brisa matinal,
olas juguetonas del mar.
Acomplejados como lóbregas sombras,
huyendo de la luz, claridad del día.
Manifestando sordamente miedo a las mujeres,
a quienes solo pueden concebir como dominadas,
imaginarlas delirantemente sumisas.
Hombres uniformados u ocultando traje de reglamento,
no pueden disimular su pavor en prepotencia exacerbada,
no pueden parecer como quisieran, monstruos temidos.
Son miseria humana frustrada en opacos trayectos de vida,
desbordando odio a humanidad entera
y a sí mismos, aunque no lo crean.
Son personajes resumiendo derrota anticipada
de desesperadas dominaciones perversas,
de pestilentes inmundicias institucionales,
desechos contaminantes enterrados en el suelo,
afectando cuencas, ríos y vegetaciones,
matando poco a poco sus febriles entusiasmos.
Son los esbirros de regímenes despóticos
del aterido imperio fracturado otomano,
retomado ilusa y tardíamente por Erdogan,
anacrónico sátrapa de la OTAN.
Desdeñosos de flujos radiantes de vida,
penosos perfiles enmascarados, machismos vernaculares
y acumulada podredumbre moral.
Estos son los que asesinan a niñas,
pero, las niñas no se asustan.
Estos son los homicidas de mujeres kurdas,
pero las kurdas no se atemorizan.
Pelean con más ímpetu por liberaciones
y emancipaciones humanas.
Comentarios
Publicar un comentario