Nuevos horizontes
Nuevos horizontes
Raúl Prada Alcoreza
Se trata de volver a los despliegues y repliegues en
lo que respecta a la reflexión y a la exposición de la reflexión, por eso
mismo, en lo que respecta a la escritura, es decir, la narración, la
construcción de la narrativa, que también podemos nombrar la construcción del
sentido. Pues bien, se trata de volver a la evaluación de lo hecho, así como
también de avanzar, desplazarse hacia nuevos horizontes, dejando los anteriores
logrados. Ya hicimos antes durante las respectivas evaluaciones, incluso
críticas y autocríticas, que conllevaron sus propios desplazamientos y
rupturas. Nos remitimos a los ensayos donde se exponen las mismas[1].
Ahora lo que importa es intentar nuevos desplazamientos y quizás hasta rupturas
epistemológicas, aunque no solo. Para comenzar sería bueno abrir senderos
hacia nuevos horizontes. En esta perspectiva vamos a proponer por lo menos
cuatro hipotéticos senderos, que recogen lo aprendido y buscan abrirse a otros
agenciamientos y experiencias, que llamamos nuevos horizontes.
Senderos
1.
Nadie
puede cambiar el mundo, el mundo se cambia por si solo.
2.
Lo
más importante y sublime del ser humano es el acto heroico por cambiar el mundo
e inventar mundos nuevos.
3.
El
ser humano está íntimamente ligado a los seres orgánicos del planeta, su
porvenir depende del porvenir del conjunto de los seres orgánicos. Las
sociedades humanas están íntimamente ligadas a las sociedades orgánicas del
planeta, el porvenir de las sociedades humanas depende del porvenir del
conjunto de las sociedades orgánicas. También el ser humano depende de los
ciclos vitales integrados del planeta y de las complejas composiciones
materiales y energéticas que hacen al planeta.
4.
Por
si solo el ser humano no puede salvar al planeta de la crisis ecológica, requiere
de la participación del conjunto de los seres orgánicos, del conjunto de las
sociedades orgánicas, del conjunto de los ciclos vitales y de las dinámicas
materiales y energéticas planetarias.
Exposición
El primer sendero que abrimos supone la tesis
de que nadie controla la complejidad, sinónimo de realidad, que
comprende dinámicas complejas; por eso, las acciones que se realizan
desatan efectos de masa que no se controla. En otras palabras, las
intencionalidades, los proyectos inherentes, la voluntad en juego, no se realizan
como se esperaba, pues en el mundo efectivo se conectan con múltiples
fuerzas y dinámicas que se articulan, integran y se sincronizan, dando como
resultado lo inesperado, o más bien, la resultante de la participación
de todas las fuerzas y dinámicas de la complejidad,
sinónimo de fuerzas y dinámicas de la realidad.
En lo que respecta al segundo sendero, el
aporte primordial del ser humano es el acto heroico, la entrega
romántica, el derroche, por medio del cual pretende cambiar el mundo.
Esta es su incidencia y participación en las dinámicas de la complejidad;
su aporte, en el complejo juego de las fuerzas y dinámicas
planetarias. Pero, de aquí no se puede pretender que cambie el mundo tal como
se quiere, tal como su proyecto lo sugiere. Lo que el ser humano quiere es la realización
de su voluntad puesta en escena, su proyecto es el ideal que
persigue, pero el mundo efectivo no se reduce a la representación
que tiene el ideal; por lo tanto, es tan solo una herramienta manejada
para lograr los objetivos que se propone. Los objetivos que se propone también
son orientaciones en los tejidos espaciotemporales de la complejidad.
El acto heroico es la entrega del ser humano a lo que desconoce,
si se quiere, metafóricamente, su sacrificio.
En lo que respecta al tercer sendero, la perspectiva
de la ecología compleja, los ciclos ecológicos del planeta suponen la
articulación, integración y sincronización de las dinámicas de los ecosistemas.
Los efectos de las sociedades modernas en los ecosistemas y en el planeta inducen
a resincronizaciones planetarias[2].
Hay que leer el eufemismo del “cambio climático” como resincronización planetaria,
debido a los efectos ocasionados por las sociedades humanas en lo que respecta
a la contaminación, depredación y destrucción de los ecosistemas, no solo por
lo que se ha venido en llamar, también eufemísticamente, “efecto invernadero”, relativo
a la emisión de gases que ocasionan el calentamiento global, sino por la destrucción
taxativa de los ecosistemas por el avance de la frontera agrícola, la frontera
minera, la frontera hidrocarburífera. En consecuencia, el planeta Tierra, que
es un ser vivo complejo, que contiene multiplicidades de formas
de vida, que, a su vez, suponen multiplicidades de procesos singulares, composiciones
y combinaciones singulares de singularidades
asociadas, hasta en sus formas individualizadas de seres, se re-sincroniza,
de acuerdo con las lógicas inherentes de las dinámicas complejas ecológicas.
Lo que haga el ser humano al respecto, forma
parte de una de las múltiples incidencias en las dinámicas ecológicas.
En este sentido aporta y participa, pero no depende de lo que haga lo que
ocurra. Lo que ocurra depende del conjunto de incidencias de las complejidades
dinámicas en el perfil integral planetario. De todas maneras, el
mejor aporte que puede hacer el ser humano, como lo dijimos, es el acto
heroico, el entregarse, dar todo de sí, para resolver la problemática de la
crisis ecológica. Que no lo haga, es renunciar a su participación, optar por la
voluntad de nada, por el camino nihilista de la desaparición.
En relación con el cuarto sendero, el enunciado
lanza un mensaje: para resolver las problemáticas en las que se
encuentra el ser humano, como enfrentando varias encrucijadas a la vez, tiene
que reinsertarse a los ciclos vitales, dejar de creer en la tesis ecocida de la
modernidad de que el deber del hombre es dominar la naturaleza. Esto
implica abandonar el horizonte de la civilización moderna, que ya se ha
agotado, que ya se ha clausurado, e incursionar en horizontes nuevos,
abiertos por el acto heroico humano ante las tragedias y los dramas que
conlleva la crisis ecológica. En este sentido, debe incursionar en la
comunicación con el resto de los seres y las sociedades orgánicas
con las que cohabita en el planeta. El porvenir del ser humano se
encuentra en el campo de posibilidades de la reinserción de las sociedades
humanas con los ciclos vitales planetarios, en lograr conformar y construir
sociedades ecológicas.
Perspectiva
Hablando de la perspectiva que asumimos y desde la cual vislumbramos
el porvenir, antes, tenemos que repasa las definiciones dadas de este término y
concepto. Se dice que la perspectiva tiene que ver con la estilo de representar
uno o varios objetos en una superficie plana, que da idea de la posición,
volumen y situación que ocupan en el espacio con respecto al ojo del
observador. También se dice que "la perspectiva supone la contemplación
del mundo desde un solo punto de vista, desde un ojo único que abarca
todo el panorama; el iluminador logra auténticos efectos de buena perspectiva
en la representación de los pliegues y vestiduras de los personajes, además de una
buena caracterización de los rostros. Se trata del arte o técnica de
representar los objetos de esa manera, tal como aparecen a la vista. "Todos
los tratadistas subrayan el hecho de que con la perspectiva se busca la
producción de un espacio racional, infinito, constante y homogéneo; la
perspectiva artificial responde a la búsqueda de una solución técnica para
representar icónicamente los fenómenos de la tridimensionalidad del mundo
natural".
El
término perspectiva, en latín, perspicere, para ver a través de, se utiliza en las artes
gráficas para designar a una representación, generalmente sobre una
superficie plana, de un motivo tal como es percibido por la vista, de forma que
se pueda intuir su configuración tridimensional. Geométricamente, estas
representaciones se obtienen a partir de la intersección de un plano con un
conjunto de visuales, las líneas rectas que unen los puntos del objeto
representado con el punto desde el que se observa, denominado
el punto de vista. En este sentido, existen dos tipos fundamentales
de perspectivas, en función de la posición relativa entre el modelo
representado y el punto de vista:
Perspectiva cónica: También denominada perspectiva central,
sus características más distintivas son que los objetos representados son más
pequeños a medida que aumenta su distancia al observador; la convergencia en un
punto de fuga de la representación de las líneas paralelas del modelo. Las
visuales forman un haz cónico, con su vértice en el punto de vista. Las fotografías producen
este tipo de perspectivas, mediante un elemento fotosensible, que recoge la
imagen proyectada desde el foco de una lente, al igual que los ojos de los
animales superiores, en los que se forma una imagen sobre la superficie de
la retina, proyectada desde el foco del cristalino.
Perspectiva axométrica: es un tipo de proyección en la que todas las
visuales son paralelas entre sí, lo que equivale a que el punto de vista se sitúe
en el infinito. En este tipo de perspectivas, las líneas paralelas en el modelo
conservan su paralelismo en la imagen, por lo que los objetos no reducen su
tamaño a medida que se alejan del observador, ni existe ningún punto de
fuga en el que converjan las líneas del dibujo. Es un sistema de representación
gráfico más ligado a la ciencia y a la técnica que al arte[3].
Teniendo en cuenta las anteriores
definiciones heredadas, diremos que nosotros asumimos una perspectiva ecológica
y compleja. Claro que, a diferencia de las definiciones anteriores, ligadas
a la representación del arte, la técnica y la ciencia, hacemos hincapié en la perspectiva
epistemológica de la complejidad. Nos remitimos, al respecto, a ensayos
anteriores, pertinentes al tema de reflexión[4].
Cuando hablamos de perspectiva ecológica nos referimos a la
configuración compleja de los espesores de los tejidos espaciotemporales-territoriales-sociales
dados en el planeta. Cuando hablamos de perspectiva compleja nos
referimos a las dinámicas de la simultaneidad dinámica, que, obviamente
son complejas en el contexto del multiverso. Bueno, entonces, al asumir la perspectiva
ecológica y la perspectiva de la complejidad lo que hacemos es
trasladarnos a un universo de cuatro dimensiones desplegadas, largo, ancho,
profundidad y tiempo, y siete dimensiones plegadas, conjeturadas por la teoría
de las cuerdas.
La perspectiva ecológica
y la perspectiva de la complejidad, ya no solo como representaciones
complejas de la realidad efectiva, de la potencia de la vida y de
la existencia, sino como convocatoria, pero, no convocatoria política,
menos ideológica, sino convocatoria existencial, es decir, integral,
demandante de la misma totalidad que nos constituye. Estos puntos de vistas, puestos en juego, en acción
y en escena, múltiples y simultaneaos, que intuyen y comprenden el devenir de
la sincronización, desincronización y resincronización planetaria, se
convierten no solo en los artífices de la configuración de la complejidad
de la crisis ecológica, sino en las proclamas que interpelan al ser
humano a actuar en consecuencia, a dar de sí, a arrojarse en el acto
heroico para salvar a las sociedades humanas y reinsertarlas a los ciclos
vitales.
La perspectiva ecológica
y la perspectiva compleja nos muestran que, si no hay cambios radicales
en la estructura estructurante misma de la institucionalidad de las sociedades
humanas, no hay porvenir para el ser humano; la humanidad no podrá sobrevivir
a la crisis ecológica. Las perspectivas mencionadas nos ayudan a una evaluación
crítica de las genealogías del poder de las sociedades humanas,
de las arqueologías de los saberes modernos y de las hermenéuticas
clásicas y modernas del sujeto. En resumen, los proyectos desplegaros de
las sociedades humanas, comprendiendo periodos, etapas, eras históricas,
geografías culturales, geopolíticas imperiales, ideologías, economías del
mercado o de la producción, han fracasado. No se puede insistir en estas
formas, conformaciones histórico-políticas, jurídico-políticas,
económico-sociales-culturales de la modernidad. Es menester clausurarlas e iniciar
viajes a los nuevos horizontes.
[1] Ver Balance y autocrítica. También Balance del análisis crítico a los gobiernos progresistas.
[3] Bibliografía: Martin Kemp (2000). La ciencia del arte: la óptica en el arte occidental de
Brunelleschi a Seurat. Ediciones AKAL. p. 382. Lecturas adicionales: Andersen, Kirsti (2007). The Geometry of an Art: The
History of the Mathematical Theory of Perspective from Alberti to Monge. Springer.Damisch, Hubert
(1994). The Origin of Perspective, Translated by John Goodman. Cambridge, Massachusetts: MIT Press. Hyman, Isabelle, comp (1974). Brunelleschi in
Perspective. Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice-Hall. Kemp, Martin (1992). The Science of Art:
Optical Themes in Western Art from Brunelleschi to Seurat. Yale University Press.Pérez-Gómez, Alberto, and
Pelletier, Louise (1997). Architectural Representation and the
Perspective Hinge. Cambridge, Massachusetts: MIT Press. Enciclopedia Libre:
Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Perspectiva.
[4] Ver Ecología
compleja. También Episteme compleja, así como Hacia una ciencia
compleja del espacio.
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