Revelaciones cósmicas
Revelaciones cósmicas
Sebastiano Mónada
La distancia perdida en el tiempo.
El tiempo que no existe, salvo
su registro de luz viajando
en la distancia,
detenida en el tiempo.
Recién llega con su danza de galaxias,
desde hace tanto tiempo,
sin distancia.
Viajando en el olvido.
Registro de luces
buscando inscribir una memoria.
Todo ocurre en un ahora eterno,
en la simultaneidad dinámica,
en la danza de las vibraciones,
en la polifonía de las ondas,
en el viaje intrépido de las luces,
en la oscuridad que se niega ser iluminada.
Lo que llega y se hace visible ya no está,
solo es su luz desprendida del cuerpo.
Testimonio luminoso de su desaparición,
huella nómada del acontecimiento cósmico,
notas musicales de un compositor muerto.
Sin embargo,
es el tejido del espacio-tiempo lo que se mueve.
Cualquier singularidad, suceso o evento
es registrado en el tejido,
cualquier acontecimiento produce ondas.
Todo el cosmos se conmueve.
El tejido se pliega formando nudos,
se despliega formando recorridos,
se repliega formando ensimismamientos.
Se hunde en torbellinos buscando el comienzo,
solo encuentra su desaparición,
donde el olvido navega en la nada.
Empieza a tejer de nuevo.
No hay tiempo ni espacio.
Simultaneidad y devenir,
donde azar y necesidad se entrelazan
hasta perderse apasionadamente
el uno en el otro.
La metamorfosis de la energía.
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