La casta política
La casta política
Niños
de una escuela primaria Ciro Esteban Pérez Torres de Astapa en Jalapa, son
puestos de rodillas para agradecerle al Diputado Pepe Mollinedo, la entrega de
2 aires acondicionados.
La clase política y todas sus castas son de los conjuntos y perfiles
humanos más pretenciosos, ególatras y megalómanos que hayan existido en las
dramáticas historias políticas y sociales. Es la única gente que cree por
cumplir sus funciones hay que felicitarles, agradecerles, entregarse, por el
gran sacrificio que hacen por los pueblos. Además de pagarles por sus
funciones, que se cobran con creces, pues les parece poco lo que ganan
oficialmente, se tiene que rendirles plastecía y hacer homenajes. Este diputado, Pepe
Mollinedo, ha llegado más lejos, hace
arrodillar a los niños. Es una muestra patética del delirio de grandeza de esta
gente, el síndrome del emperador, síndrome que expresa, paradójicamente, sus
acomplejamientos, sus miserias humanas, sus atroces vulgaridades. Es esta la
gente que gobierna casi en todas partes del mundo. Se entiende entonces, por
qué los problemas sociales, políticos, económicos y culturales no se
solucionan, están muy lejos de ello. Estos personajes son el evidente indicatum de a donde ha llegado la decadencia.
El problema es que los pueblos y las sociedades permiten que estos triviales
hombres hagan lo que les vine en gana.
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