¡El Alto de pie! ¡Nunca de rodillas!

¡El Alto de pie! ¡Nunca de rodillas!

Felicidades a la ciudad heroica de El Alto, ciudad que contiene a la nación, que sepultó al proyecto neoliberal con su sublevación aymara de barrios y vecinos; ahora enfrenta a la impostura, a la usurpación populista, que se apoderó de la victoria del pueblo para usufructuar, para hacer lo mismo que todas las élites que gobernaron en la dramática historia política de Bolivia. Montarse en el poder, atornillarse en el trono, enriquecerse a nombre del pueblo, entregar los recursos naturales a la vorágine de la economía-mundo capitalista, a la angurria de las empresas trasnacionales extractivistas, a las dominaciones del sistema-mundo capitalista colonial y extractivista. Nuevamente será la ciudad de El Alto la que impulse la expulsión popular del palacio quemado de los nuevos amos, que se colocan máscaras “indígenas” y máscaras de “movimientos sociales”, para efectuar su tarea de destrucción de la Madre Tierra, de violación sistemática de la Constitución, de abolición de los derechos consagrados de las naciones y pueblos indígenas, de conculcación de la soberanía al entregarse de lleno a la hiper-burguesía de la energía fósil, que domina el mundo,  y a la potencia emergente económica dominante en el sistema-mundo, que combina las revoluciones tecnológicas científicas con el capitalismo salvaje y con el capitalismo de chatarra.